La mayoría de las veces, el sistema de fechas de caducidad en los alimentos no corresponde al momento en el que deja de ser apto para el consumo, sino al momento de calidad óptima del producto.
Esto confunde a muchos consumidores y dispara alertas innecesarias. De hecho, hay productos que nunca se echan a perder, aunque vengan acompañados de una fecha de caducidad.

Os contamos algunos de ellos para que no tengáis que volver a tirar comida en buen estado porque una fecha diga lo contrario.

Miel
La miel se mantiene en buen estado de forma indefinida. Puede cambiar de color y cristalizarse, pero aun así no supondrá ningún problema para la salud del consumidor. Basta con colocar el tarro abierto en agua caliente y remover hasta que los cristales se disuelvan.

Arroz
Da igual el tipo que sea: blanco, salvaje, basmati, arborio o jazmín, el arroz se mantiene en perfecto estado durante años. Eso si, con el arroz integral no ocurre lo mismo debido a su elevado contenido en aceite. En cualquier caso, conviene almacenarlo en un recipiente hermético para evitar que entren insectos.

Sal
La sal de mesa, kosher o marina permanecerá en buen estado a lo largo de los años.

Harina de maíz
Si la guardamos en un lugar fresco, seco y herméticamente cerrado, aguantará muuuuuucho tiempo. Eso sí, si no lo conservamos de forma correcta, las harinas y los panes o alimentos integrales pueden causar la aparición de gusanos.

Azúcar
El azúcar nunca se pone malo, ya que impide el crecimiento bacteriano. Simplemente hay que guardarlo en un recipiente hermético que evite la entrada de insectos y de humedad.

Licores fuertes
Si almacenas las bebidas destiladas en un lugar fresco y protegido de la luz solar, tu minibar podrá pasar de generación en generación. Pueden perder ligeramente su aroma, pero no como para que sea perceptible.

Café instantáneo
Si eres de los que tienen café instantáneo para cuando vienen ciertos invitados, guárdalo en el congelador, se mantendrá en buen estado para siempre.