La productora holandesa LifeHunters ha decidido llevar a cabo un experimento en el que un joven se comprometía a suprimir el azúcar y el alcohol de su dieta durante un mes.

Sacha Harland se ha sometido a una estricta dieta durante 30 días, contando a modo de mini documental los cambios y estados por los que pasa cada día, y el resultado final.

En un primer momento podemos ver cómo Sacha se somete a un riguroso examen médico que concluye que su salud es buena, aunque su nivel de colesterol es ligeramente alto. Y, aunque al principio, el cansancio se apodera de él debido a los bajos niveles de azúcar en sangre, con el paso de los días podemos ver que su estado anímico mejora tanto como su salud: ha bajado de peso, su presión sanguínea y el colesterol han descendido, y se siente con más energía.

Aún así, especialistas han afirmado que este experimento tiene poco de riguroso y no es extrapolable a toda la población. Plantean que la apatía inicial se debe más a la reducción del consumo de calorías que a la falta de azúcar, y consideran que no puede atribuirse un cambio así a un solo componente.

El azúcar es un elemento poco beneficioso para nuestra salud, pero esto no significa que podamos o debamos sobrevivir sin ello. Se encuentra de forma natural en muchos alimentos y, tomado con precaución no tiene por qué suponer un peligro.

Todos sabemos que es necesario tomar conciencia y llevar a cabo una alimentación saludable, reduciendo el consumo de alimentos procesados, ricos en azúcares o sal; pero esto no significa que una dieta así vaya a beneficiarnos a todos por igual.