Hoy en día, el consumo de ibuprofeno y paracetamol se ha generalizado hasta tal extremo que ante un mínimo dolor de cabeza acudimos a ellos. El problema es que no conocemos a ciencia cierta qué son y cómo actúan en nuestro organismo.

Por eso, en el post de hoy vamos a contaros un poco más sobre estos medicamentos y vamos a enseñaros algunos sustitutos naturales que pueden ayudaros a dejar de consumirlos excesivamente.

El ibuprofeno es un antiinflamatorio no esteroideo, utilizado frecuentemente para el alivio del dolor de cabeza, dolor dental, dolor muscular o mialgia, molestias de la menstruación, dolor neurológico de carácter leve y dolor postquirúrgico. También para tratar cuadros inflamatorios, como los que se presentan en artritis, artritis reumatoide y artritis gotosa.

Parece la solución a todos nuestros problemas, ¿verdad? Pues bien, consumido en exceso, triplica el riesgo de padecer problemas cardíacos y daños en el intestino delgado. Por ello se recomienda no tomar a la ligera, especialmente si existen antecedentes familiares en lo relativo a patologías cardiovasculares o si el paciente presenta otros factores de riesgo, como la presión arterial alta o el colesterol elevado.

Vale, pues dejamos el Ibuprofeno y tomamos paracetamol. Pues no.
El paracetamol es un fármaco con propiedades analgésicas, pero sin propiedades antiinflamatorias clínicamente significativas.
Y también tienen efectos secundarios. Por ejemplo, puede causar daños hepáticos si se consume en dosis superiores a las recomendadas; y cuando se administra en dosis muy altas o junto con bebidas alcohólicas, puede ser potencialmente mortal, en virtud de los daños que puede causar al hígado.

Así que nosotros os recomendamos que no abuséis y que, dentro de lo posible, tratéis de aliviar los síntomas con analgésicos naturales como son:

Jengibre: para el dolor de cabeza y/o las migrañas. Además, también puede ayudar a combatir las nauseas que suelen conllevar esos dolores.

Corteza de sauce: analgésico natural que posee salicina, la misma sustancia que poseen las aspirinas y otros medicamentos para calmar los dolores. Lo mejor en este caso es preparar una infusión a partir de una pequeña porción de corteza de sauce hervida en agua, bebiendo el líquido cada ocho horas.

Lavanda: es comúnmente utilizada en dolor de cabeza tensional por su efecto tranquilizante.

Aceite de menta: bueno para hacer masajes suaves en las zonas doloridas por su acción sedante.

La amapola, la manzanilla, la melisa, la pasiflora, la tila y la valeriana: calman y tienen acción antiespasmódica, por lo que se utilizan en caso de dolores acompañados de espasmos.

Ajo: el selenio y el germanio que contiene pueden aliviar el dolor de oídos, ya que actúan como antiinflamatorio y antiséptico, además de ser como una especie de tóxico para las bacterias y hongos. También sirve para aliviar el dolor que se sufre en las articulaciones debido a la artritis.

Piña: puede ser la cura para los dolores de estómago, ya que contiene una enzima que ayuda a romper más fácilmente las proteínas que causan dolor en el estómago y los intestinos.

Arándanos: el antiinflamatorio ideal. Posee muchos antioxidantes que eliminan los radicales libres, responsables de inflamar la mucosa digestiva. Esto causa úlceras, infecciones urinarias o malestar digestivo, entre otras dolencias. Además es excelente para limpiar la sangre, reducir la inflamación y retención de líquidos y ayuda en los pacientes con diabetes a reducir el azúcar.