La quinoa se ha posicionado como el superalimento de moda por sus innumerables beneficios y propiedades: contiene muchas proteínas y minerales, pocas grasas, y no tiene gluten por lo que es apta para celíacos.

Formaba parte de la alimentación de los precolombinos y los colonizadores hispanos la cambiaron por los cereales. Y ahora está pasando lo contrario, integrándola de nuevo en la dieta mediterránea, tanto en el desayuno como en las comidas más abundantes.

Su fama se ha extendido gracias sobre todo a las famosas que han empezado a incluirlo en sus dietas, y de ahí las bloggers y youtubers que lo recomiendan en sus posts y vídeos de comida sana.
Además, el intento desesperado de las personas celíacas por encontrar sustitutos al trigo ha contribuido también a su fama.

Pero ahora parece que le están saliendo competidores: el teff se está imponiendo como sustituto o complemento de este tipo de semillas.

Se trata de un cereal de grano que lleva cultivándose en Etiopía desde hace más de 5.000 años, ya que triturando la semilla se obtiene la harina con la que hacen la ingera, una tortita tradicional que se sirve con un estofado.

Os contamos algunas de sus propiedades:

– Gran contenido en fibra y almidón de ingesta lenta, lo que favorece el correcto funcionamiento de la flora intestinal actuando de probiótico.

– También es apto para intolerantes al gluten.

– Ayuda a regular los niveles de azúcar en sangre, lo que beneficia a las personas con diabetes tipo 2.

– Es saciante y moderador del apetito, por lo que es bueno para el control de peso.

– Rico en carbohidratos de absorción lenta, algo que interesa a los deportistas.

– Alto contenido en minerales que facilitan la recuperación tras un esfuerzo físico o mental.

– Es rico en calcio.

Son buenas razones para pasarse al teff, ¿no creéis?