El consumo de té se ha extendido mucho en los últimos años, sobre todo en infusiones, llegando en algunos casos a sustituir el consumo de café. ¿Las razones? Puede que las modas, puede que todos sus beneficios.

Los especialistas afirman que el té tiene un claro poder antioxidante, por lo que se recomienda en medicina deportiva, para la prevención del cáncer o en terapias contra el envejecimiento.
Los que tienen propiedades más beneficiosas son el té verde y el blanco, que contienen polifenoles y flavonoides, y aparte de ser antioxidantes aportan un plus nutricionalmente hablando.

Su uso también se ha generalizado en las dietas, especialmente el del verde y el rojo (conocido por su poder quemagrasas), y no sólo en infusión sino también concentrado en pastillas. Esto se debe a que facilita el proceso metabólico en el que en organismo transforma los lípidos para cubrir las necesidades energéticas.
Pero, como ya os comentamos en el post sobre las dietas milagro, hay que tener cuidado con su consumo para este fin. El consumo de té para adelgazar debe combinarse con una dieta variada y ejercicio.

Los expertos confirman todas las propiedades y beneficios del té, pero aconsejan no abusar de ello ni introducirlo en la dieta con fines médicos sin consultarlo antes con el doctor o nutricionista.
Una o dos tazas al día son suficientes para conseguir sus beneficios y no perder minerales si bebemos mucha cantidad. Otra forma de evitar esta pérdida es acudiendo a las pastillas de té, ya que éstas no poseen ese efecto diurético del líquido.

También debemos tener cuidado con la calidad del sueño, ya que no deja de ser un estimulante y no todas las personas lo toleran de igual manera. Los tés rojos y los negros son los que tienen más concentración de teína, por lo que se recomienda que los tomemos por las mañanas o en horas tempranas de la tarde, nunca después.

Y si no queremos consumirlo, podemos beneficiarnos de sus propiedades en los jabones o en las cremas, ya que existe también su utilización cosmética, sobre todo del té verde, que se recomienda para pieles con tendencia al acné o a la dermatitis por sus propiedades antiinflamatorias.

En resumen, si eres un fan del té sigue tomándolo con moderación, y si aún no lo eres, empieza a probar todos sus beneficios.