Una articulación es el medio de contacto que hace de unión entre dos huesos o más. Junto con otros elementos como tendones, ligamentos y músculos permiten la movilidad del cuerpo y realizar movimientos tan cotidianos como caminar o sentarse. Están presentes en los hombros, codos, muñecas, nudillos de los dedos, rodillas, tobillos, etc.

La edad, las malas posturas, la falta de ejercicio y los cambios bruscos de temperaturas favorece la aparición de síntomas como el dolor, inflamación y la pérdida de movimiento en las articulaciones afectadas. Estos síntomas son comunes en las personas en general y aumentan en la población de personas de mayor edad.

Por ello es importante que a partir de los 40 años prestemos atención a estos componentes de nuestro cuerpo para mantenerlos en óptimas condiciones y que nos permitan llegar a edades avanzadas sin pérdida de movilidad y siendo más autónomos, por supuesto sin sufrir dolor ni inflamación articular. Existen numerosas plantas medicinales que nos pueden ayudar a mantener en buen estado las articulaciones y a aliviar los síntomas de su deterioro. Son plantas con propiedades analgésicas, antiinflamatorias, diuréticas y depurativas. El tratamiento con plantas no se limita a aliviar el dolor, sino que también ejerce una acción preventiva de la degeneración articular.

 

Algunas de ellas son:

  • Harpagofito: es una planta herbácea de origen africano cuya raíz ha sido ampliamente estudiada por sus propiedades. En ella se han encontrado principios activos con propiedades analgésicas y antiinflamatorias. Seguramente son los activos biológicos vegetales con mayor efecto antiinflamatorio. Por ello se recomiendan en inflamaciones musculares y de espalda. También es tónico del sistema digestivo.
  • Fresno: el utilizado en fitoterapia por sus propiedades terapéuticas es el fresno europeo, un árbol que puede alcanzar un gran porte de hasta 40 metros. Se utilizan sus hojas porque presentan sustancias antioxidantes, sales de potasio, manitol y otras sustancias con propiedades antiinflamatorias y diuréticas. Está recomendado en el tratamiento de reumatismos, gota y problemas de retención de agua y edema.
  • Sauce: se utiliza la corteza del llamado sauce blanco, es un árbol que crece en zonas templadas y húmedas. Hipócrates ya utilizaba su corteza para el tratamiento del dolor. Su corteza es rica en salicina, este componente se transforma en nuestro cuerpo en ácido salicílico capaz de bloquear la generación de impulsos dolorosos con propiedades antiinflamatorias.
  • Grosellero: es un arbusto espinoso cuyos frutos, las grosellas, se han utilizado como fuente de vitamina C. Para las articulaciones nos interesan las hojas del grosellero negro por su uso tradicional como antiinflamatorio. También son diuréticas y favorecen la eliminación de urea y ácido úrico.
  • Cola de caballo: son plantas herbáceas sin flores que crecen en las zonas húmedas. Son ricas en sílice y otras sales minerales que son beneficiosas para el tejido conjuntivo. Es diurética y contribuye al reforzamiento de huesos y articulaciones de forma que puede prevenir lesiones articulares.
  • Otras plantas medicinales útiles para las articulaciones son Genciana, Grama, Borraja y Diente de León, que se caracterizan por tener propiedades depurativas, diuréticas y sudoríficas.

Por supuesto, en El Naturalista tenemos diversos productos naturales para las articulaciones, para que se mantengan en perfecto estado.

  • Cartílago de Tiburón: muy recomendado para deportistas, te ayuda a prevenir desgarros musculares, articulaciones inflamadas y a aumentar la flexibilidad.
  • Oseovial: corteza de sauce, hoja de frescon y estragón, entre otras muchas plantas medicinales, con efectos antiinflamatorios que tus articulaciones agradecerán.
  • OseoNatur: cápsulas indicadas para cualquier proceso reumático, compuesto por harpagofito, diente de león, cola de caballo y grosellero negro

OseonaturCartílago de tiburónOseovial