Empieza septiembre, las vacaciones ya han acabado para muchos y en un pocos días también habrán terminado para los más peques de la casa. Por ello, debemos prepararlos para la vuelta a la rutina, a los horarios y a las tareas que han dejado de hacer este verano. ¡Empieza un nuevo curso!

Gonzalo Pin, jefe de la unidad de Pediatría y la Unidad del Sueño del Hospital Quirón Valencia, recomienda adaptar los horarios de los niños a las rutinas escolares unos días antes de que empiecen el colegio y así evitar alteraciones transitorias como el cansancio, la ansiedad, decaimiento e incluso depresión. Declaraciones que hemos extraído de un artículo escrito en la web de noticias Cuatro, con el que no podemos estar más de acuerdo y que nos ha llevado a escribir este post.

Y es que igual que muchos adultos sufren “depresión postvacacional”, nuestros hijos también padecen las consecuencias de un cambio tan drástico en su rutina de un día para otro, y para evitarlo debemos ayudarles a coger el ritmo que van a llevar durante todo el año.

Así, Gonzalo Pin aconseja adaptar los ritmos del niño, “Cada 3 días aproximadamente todas las acciones como el levantare, desayunar, comida, cena y la hora de acostarse, de manera que iremos haciendo una adaptación progresiva al horario típico de la etapa escolar”.

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También debemos tener en cuenta otras actividades que surgen con la vuelta al colegio de nuestros hijos. Con esto nos referimos a las clases extraescolares, a las que muchos de los niños acuden después del colegio, algo muy importante a tener en cuenta en la adaptación de los niños a la nueva rutina.

Los especialistas recomiendan que las clases extraescolares no se conviertan en “obligaciones en las que exista un nivel importante de exigencia para ser los mejores y tener que esforzarse al máximo”, sino que sean apropiadas para la edad de nuestros hijos y que no les impidan tener tiempo libre para jugar y descansar.

Hay una realidad indiscutible, y es que en muchas ocasiones las actividades extraescolares están más pensadas para los padres que para los hijos y debe ser todo lo contrario. Deben ser un motivo de relajación para los más pequeños, actividades que favorezcan la relación con otros niños, con las que aprendan cosas nuevas o hagan ejercicio físico.

Y nunca, NUNCA, debemos obligarles a hacer algo que no quieran.

Los especialistas también aconsejan cumplir los horarios de los niños incluso los fines de semana y aprovechar las vacaciones para enseñarles rutinas y hábitos tan saludables como son es el desayuno en familia, en el que los lácteos, los cereales y las frutas son el mejor acompañamiento a un rato de conversación y diálogo con los más peques.

Sin olvidar que debemos hablarles de las cosas positivas de la vuelta al colegio, como conocer a gente nueva, reencontrarse con sus amigos, aprender o hacer excursiones con la clase, y ayudarles a repasar los deberes y elogiarlos por sus logros y por conseguir hacer aquello que les ha costado tanto.

Padres, ¿estáis preparados para la vuelta al cole? Desde El Naturalista os damos un último consejo, contagia a tu hijo la positividad de las cosas buenas que tiene la vuelta a las clases y en tu caso, la vuelta al trabajo, así será mucho más fácil para todos 😉