Somos coquetas. Sí, lo sabemos. Y nos encanta. Nos gusta arreglarnos el pelo, llevar ropa que nos favorezca, hacernos la manicura y, por supuesto, cuidarnos.

Pero muchas veces no somos conscientes de que algunas de nuestras costumbres pueden no ser del todo beneficiosas para nosotras. Con esto, nos referimos al hecho de pintarnos las uñas. Nos gusta hacerlo y en muchos casos tenemos el neceser lleno de esmaltes de muchos colores y cada cierto tiempo cambiamos nuestro color de uñas. Muchos dicen que refleja el estado de ánimo de la persona. Eso ya no podemos asegurarlo.

Pero, ¿sabías que el esmalte no deja respirar las uñas? Y esta es una de las causas de la aparición de hongos en nuestras uñas.

Esta enfermedad, conocida también como onicomicosis, es un trastorno que desfigura y a veces destruye las uñas. Los hongos aparecen con la humedad, la oscuridad y los antitranspirantes. Y los zapatos son un claro ejemplo que aúna estas tres características. Es por esto que los pies son mucho más sensibles a sufrir dicha infección.

Hoy en día, todavía son muchas las personas que no saben que sufren esta enfermedad o simplemente no le dan importancia ya que piensan que es puramente estético. Un error ya que los hongos pueden contagiarse de unos pies a otros en los suelos de las duchas y en los vestuarios. Gimnasios, pistas de atletismo, campamentos y zonas similares, pueden llegar a ser un gran nido de hongos si no tomamos precauciones.

Desde El Naturalista os recomendamos que leáis más sobre esta enfermedad en VidaySalud.com, donde cuentan cuáles son las causas más frecuentes de contagio, los síntomas que se sufren, cómo detectar a tiempo la infección y qué debes hacer.

No olvidéis preocuparos por vuestra salud ni dejéis pasar la ocasión de revisar vuestros pies, porque como dice el refrán, “una vez al año no hace daño”.