Unos dices que es un arma de seducción fatal, otros que es sinónimo de elegancia en toda mujer. La cuestión, es que el hábito que tienen la mayoría de mujeres -y muchos hombes- de cruzar las piernas siempre que se sientan, es un gesto de lo más habitual pero nada beneficioso para nuestra salud.

Mientras tomamos un café, en la parada del bús, sentados en el sofá, frente al ordenador y en muchos otras situaciones, aprovechamos para cruzar las piernas y descansar así nuestro cuerpo. Pero a pesar de ser una posición cómoda, no debemos abusar de ella, por lo que se recomienda no estar más de 15 minutos seguidos en esta postura.

Algunas de las consecuencias que podemos sufrir, son:

Afecciones en la postura, ya que este movimiento provoca el desnivel de las caderas, haciendo que la columna vertebral pierda su curvatura fisiológica y quede más inclinada hacia un lado, lo que aumenta las posibilidades de de desarrollar escoliosis y problemas de circulación sanguínea.

La circulación sanguínea, también se ve afectada con el cruce de las piernas, lo que provoca hinchazones, piernas cansadas y puede llegar a ser un factor influyente en la aparición de varices.

Los nervios, también pueden ser una parte afectada de esta mala costumbre. Con cierta frecuencia se atiende a gente, sobre todo mujeres jóvenes, con incapacidad para levantar la punta del pie por parálisis del nervio peroneal en rodilla como consecuencia de compresión de dicho nervio contra la otra rodilla al cruzar las piernas.

Un consejo, cruza las piernas por la parte de los tobillos, reducirá, y mucho, los efectos negativos.