chica escuchando música

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La música es una parte importante y habitual de la vida de una persona. Se encuentra en muchos ámbitos y podemos escucharla en casi cualquier lugar. 

Desde el autobús, mientras trabajamos, limpiando, en la radio, con el móvil – que llevamos a todas partes -, para los viajes, para jugar con los niños, cantar, bailar, las fiestas, vídeos, presentaciones de trabajos en clase. Y así podríamos seguir y seguir eternamente.

Hoy en día se sabe que la música no es una mera herramienta de distracción, sino que se ha demostrado que es una fuente de múltiples beneficios para nuestra salud emocional y física.

Escucharla, nos influye en gran variedad de actividades y estímulos cerebrales que accionan gran cantidad de reacciones que influyen directamente en aspectos tan importantes de la vida como son el estado de ánimo, el control del estrés, la reducción de fatiga o incluso la ansiedad.

Se trata de sonidos estimulantes que, si además, son de nuestro agrado, el cerebro manda de forma inmediata sensaciones de placer y bienestar a nuestro cuerpo a través de la segregación de determinadas sustancias.

Entre las más importantes que libera el cuerpo en estas situaciones, son las dopaminas, la cual causa esa sensación de placer y satisfacción, e incita a las personas a alcanzar los objetivos. Y la segundas, son las endorfinas, que generan bienestar”, señala la catedrática en medicina, Georgina Montemayor.

Un buen ejemplo de lo que estamos hablando, es el buen humor de las personas que empiezan la mañana escuchando música.

Y con tanto beneficio, no es de extrañar que durante los meses de embarazo, los médicos recomienden poner música a los bebés, que ya dentro del vientre sienten los estímulos, se contagian de la tranquilidad de la madre y les beneficia en su crecimiento.

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El impacto de escuchar una buena canción es mayor del que se piensa, ya que contribuye en el aspecto físico y social, además de los beneficios anímicos que ya habíamos nombrado.

Algunos de los beneficios más interesantes son:

1 – Ayuda a acelerar la cicatrización de heridas, como las causadas por algún tipo de operación.

2 – El cerebro se sensibiliza con la música estructurada, como en el caso de la música clásica.

3 – Aumenta la comunicación neuronal, la elasticidad y la pasticidad de nuestro cerebro.

4 – Escuchar ritmos que no son del agrado de las personas, por un largo tiempo, activa las hormonas que generan el estrés.

5 – Para dormir o relajarse, es una buena herramienta escuchar sonidos clásicos, lounge, o el sonido ambiente de la naturaleza.

6 – El cerebro tiene la capacidad de realizar cualquier actividad mientras está escuchando música.

7 – Escuchar melodías suaves y a buen volumen, disminuye la presión arterial y las respuestas de miedo.

8 – Escuchar música con los ojos cerrados aumenta notoriamente su efecto sensorial.

Buscar el equilibrio físico y mental es un ejercicio que los seres humanos llevamos a cabo a lo largo de nuestra vida, es algo habitual. Encontrarla en elementos que tenemos al alcance como la música, es la opción ideal para tener una vida mucho más saludable.