Todo lo que pasa por nuestro cerebro repercute de una forma o de otra en el cuerpo, todo lo que sentimos afecta a lo que pensamos y al revés. Y, aunque es imposible controlar nuestras emociones, es importante realizar ciertos ejercicios que nos hacen tomar distancia y mantener nuestro cerebro en buenas condiciones.

Y es que hay muchas cosas en nuestro día a día que pueden contribuir a frenar el desarrollo de enfermedades como el Alzheimer y evitar que nuestra memoria se deteriore.

Alégrate con las pequeñas victorias y celebrarlas.
Es importante saber cuándo merecemos sentirnos satisfechos con nosotros mismos, porque felicitarnos por las cosas que hacemos bien afecta positivamente en nuestras emociones. La clave está en la motivación, porque el cerebro no distingue entre el progreso real y el que percibimos, y por eso si tenemos la percepción de que estamos haciendo las cosas bien seguimos haciéndolas y cumpliendo objetivos.

Es vital hacer ejercicio.
Tanto exclusivo del cerebro (como músculo hay que ejercitarlo), como de todo el cuerpo, ya que si hacemos deporte la circulación mejora y el cerebro recibe mejor la sangre oxigenada y nos ayuda a pensar con mayor claridad.
De hecho, estudios afirman que tan sólo 20 minutos de ejercicio al día pueden mejorar la memoria y el procesamiento de información.

No dejes de aprender.
Tengas la edad que tengas, tu cerebro tiene que mantenerse joven. Y para ello es conveniente activar zonas del mismo aprendiendo cosas nuevas como un idioma, a tocar un instrumento, etc. Es decir, pensar fuera de lo habitual para que el cerebro no se acostumbre a una misma actividad continua.
También recomiendan hacer listas, de lo que sea: lo que sueñas, los trabajos que te gustaría tener, comidas que te gustan… La libre asociación de ideas beneficia mucho la actividad cerebral.

Mantente erguido.
La postura es importantísima, ya que se ha descubierto que las personas se sienten más seguras y receptivas si se sientan con la espalda recta, que aquellas que mantienen una mala postura o van encorvados mirando al móvil, que se sienten más vulnerables.

Aléjate de las pantallas cuando duermas
Está demostrado que la luz de las pantallas afectan negativamente al sueño, ya que provocan que no se genere la suficiente melatonina (hormona del sueño). Por ello, recomiendan evitar la exposición a luces de pantalla por lo menos dos horas antes de irse a dormir. Y vosotros pensaréis: imposible, tengo que revisar el móvil antes de dormir. Pues os damos una razón más para no hacerlo: el cerebro necesita de 6 a 8 horas para desechar beta-amiloides, unas neurotoxinas halladas en personas con Alzheimer.

Como veis, son cosas fáciles de llevar a cabo si nos tomamos en serio la salud de nuestro cerebro. Y, si estáis empezando a notar síntomas de olvido o cansancio cerebral, desde El Naturalista os recomendamos Ginkgo Memori: un preparado a base de ingredientes que contribuyen al rendimiento intelectual normal y a disminuir la fatiga. Es ideal para estudiantes, mejorando la concentración o para personas con problemas cognitivos debidos a la edad.

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